22 de abril de 2012

Día Mundial de la Tierra

El Día de la Tierra es un día festivo celebrado en muchos países el 22 de abril, se celebró por primera vez en 1970. Todo comenzó en 1970, gracias al senador y activista ambiental estadounidense Gaylord Nelson, quien impulsó este festejo para crear conciencia con respecto a la contaminación, y los problemas que acarrea, la conservación de la biodiversidad y toda temática que influya en la protección de la Tierra.

Debido a la toma de conciencia por parte de la sociedad a nivel mundial, el gobierno estadounidense creó la Agencia de Protección Ambiental y un conjunto de leyes para la protección del medio ambiente.

Vale destacar que el Día de la Tierra es una celebración que pertenece a la gente; no está regulada por ninguna entidad ni organismo, y no tiene ningún tipo de relación con la política, la religión, con alguna nación en especial, ni ningún tipo de ideología, más que amar el planeta tierra.

En esta fecha tan especial para todo el mundo se realizan diversas actividades, para hacer tomar conciencia sobre el mundo en que se vive: esto es, respetar la importancia de los recursos naturales, a través de la educación ambiental. Porque lo que se quiere lograr que todos sean seres responsables con el planeta tierra. 

Y si quieres a nuestro hogar, no dudes en aportar tu granito de arena y participar de forma individual en caso de que en tu comunidad, barrio o ciudad no se realicen actividades públicas.

18 de abril de 2012

¿Por qué es tan importante reciclar?

Desde hace muchos años el mundo entero a vivido a todo trapo consumiendo de forma masiva y sin ningún criterio y olvidándose de las consecuencias negativas que todo ello conlleva al medio ambiente. La gente lo veía como algo ajeno a ellos, algo que no les perjudicaba y por tanto y debido a nuestra naturaleza egoísta, no hacíamos nada por evitarlo. Producimos grandes cantidades de residuos que acumulamos en el medio ambiente. En España cada habitante tira al año más de 500 kilos de basura; y en la naturaleza los desechos pueden tardar mucho tiempo en desintegrarse.

Afortunadamente, en los últimos años ha ido aumentando la conciencia de la necesidad de cuidar el medio ambiente, la gente ya parece darse cuenta de que cuidar el medio ambiente también significa cuidarnos a nosotros/as. No debemos olvidar que somos nosotros/as los que por ejemplo, respiramos el aire que hay y si acabamos con la capa de ozono ¿que será de todos nosotros y nosotras? Para evitar esto, debemos de colaborar con nuestro socio llamado planeta, a través del reciclaje y de la reutilización (y de un uso adecuado y racional de los medios de).

Tenemos que ser conscientes de que por ejemplo, reciclar papel evita la tala de árboles, algo importantísimo porque son los pulmones del planeta y ayudan a limpiar el aire entre otras muchas cosas. Si reciclamos por ejemplo el plástico estamos favoreciendo a que las industrias no tengan que producir más químicos que contaminen el aire y si hacemos en general una correcta selección de nuestra basura y la depositamos en sus lugares correspondientes evitaremos que se contamine el suelo, y por consiguiente las plantas, el agua y así evitar muchas enfermedades.
No es tanto por nosotros/as, que también, sino por las futuras generaciones que dependen del comportamiento de las personas del presente. Sí quieres dejar un mundo mejor y más lleno de vida y alegría a tus nietos, debes tener bien claro que reciclar no es una moda alternativa y pasajera sino una necesidad de primer orden.

7 de abril de 2012

Las verdades del reciclaje de envases

Seguimos viendo como a diario se abandonan, incineran o entierran en vertederos 28 millones de envases y de otros cuatro millones se desconoce el destino, según denuncia Retorna.

A menudo llegan noticias de que alguien ha visto en su ciudad que los camiones de la basura mezclan la bolsa amarilla con los residuos orgánicos, incluso que en las plantas de tratamiento se tira todo mezclado al vertedero o se lleva a quemar. Sin lugar a dudas se trata de hechos aislados que sirven para denunciar una situación que, afortunadamente, se considera totalmente anómala y fuera de lo que son buenas prácticas en la gestión de los residuos. De todas formas confiemos en el buen hacer de gestores y responsables en cuanto a este asunto.
Sin embargo, seguimos viendo como a diario se abandonan, incineran o entierran en vertederos 28 millones de envases y de otros cuatro millones se desconoce el destino, según denuncia Retorna. Los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente muestran que en España se recogen selectivamente el 35% de los residuos de envases.

Estos residuos de envases (plástico, vidrio, papel-cartón, entre otros) son gestionados, desde hace 13 años, por sociedades anónimas sin ánimo de lucro constituidas por empresas en pro del reciclado y de la gestión adecuada de los residuos (SIG). El denominado “punto verde”, que es una tasa que grava a cada uno ellos, es quien asegura esta buena gestión. Por ello, cabría esperar tasas de recuperación más elevadas, aunque las cifras varían mucho en función de quien las facilite.
Lo que es incuestionable es que nuestro país está por debajo de la media europea en cuanto a recogida selectiva y reciclaje, según los datos de la Comisión europea (Eurostat marzo 2011). En el caso de los envases ligeros (los depositados en la bolsa amarilla) apenas se supera el 25% de reciclado, lejos de lo que el SIG correspondiente, en este caso Ecoembes, afirma hacer. 

Todos los ciudadanos sabemos que el actual sistema de gestión de residuos tiene sus luces y sombras, pero lo hemos asumido y participamos en él. Así lo demuestran las denuncias cuando se observan malas prácticas. El sistema puede y tiene que seguir mejorando, siempre que políticos, administraciones y los SIG lo permitan. Las medidas son simples, recogida selectiva de la materia orgánica, puerta a puerta (recogida de las diferentes tipologías de residuos en distintos días) y sistema de depósito y devolución de envases (SDDR). Medidas necesarias para alcanzar el objetivo de "residuo cero". Sumado, claro está, a una apuesta contundente en la reducción en la generación de residuos.