25 de mayo de 2012

Para pensar

En este vídeo se refiere a EE.UU., pero puede aplicarse a España y a cualquier país industrializado.

24 de mayo de 2012

Día Europeo de los Parque Naturales

Este día se celebra en toda Europa en conmemoración de la creación de los primeros parques naturales de Suecia el mismo día del año 1909.

La celebración del Día Europeo de los Parques va ser impulsada dos años por la Federación Europarc, que agrupa a los parques naturales de Europa, con el objetivo de fomentar el soporte público hacia estas zonas protegidas.
Así, cada año se organizan diversas actividades en las áreas protegidas del continente para divulgar los valores naturales y culturales, y dar a conocer la importancia de proteger estas zonas.

22 de mayo de 2012

Día Mundial de la Biodiversidad, se advierte de la alarmante salud de los océanos

El brasileño Braulio Ferreira de Souza Dias, el secretario ejecutivo del Convenio sobre la Biodiversidad Biológica, un organismo dependiente de la ONU con sede en Montreal y responsable del Día Mundial de la Biodiversidad Biológica, declaró que 2012 es un año "clave" para la vida marina.

"La biodiversidad está bajo presión en todos los ecosistemas de nuestro planeta. En general, podemos decir que el exceso de la explotación comercial de las pesquerías mundiales es grave”.

"Más de la mitad de las pesquerías mundiales están agotadas y una tercer parte están diezmadas. También se estima que entre el 30 y 35 por ciento de los medioambientes marinos críticos han sido destruidos".

El panorama expuesto por Dias es alarmante: "La basura plástica sigue matando la vida marina y la contaminación procedente de tierra está creando áreas de aguas costeras sin casi oxígeno".

"A esto se añade que el aumento del uso de combustibles fósiles está afectando el clima global, haciendo la superficie de los océanos más cálida, el aumento del nivel del mar y de la acidez de los océanos con consecuencias que solo ahora estamos empezando a entender".

Un elemento clave en esa labor de entendimiento de la situación y futuro de los océanos es el Censo de la Vida Marina (CVM) completado en 2010. La década de trabajo realizado por miles de científicos de todo el mundo para compilar CVM ha permitido saber que los mares del planeta contienen entre 500.000 y 1 millón de especies (6.000 de ellas descubiertas por los investigadores de CVM), más que ningún otro ecosistema de la Tierra.

"La gestión del medioambiente marino sigue estando 100 años por detrás del terrestre. La humanidad debe recuperarse muy rápidamente. Si no reducimos muy prontamente la destrucción de los océanos, así como los hábitos y costumbres que la causan, la situación será totalmente trágica en una generación",

El actual modelo de consumo

"Podemos decir que la biodiversidad está en riesgo por un modelo de consumo y producción que no valora la biodiversidad y por lo tanto produce sobreexplotación. Esto será incluso más pronunciado en un contexto de una creciente población mundial y mayores efectos del cambio climático”.

Ron O'Dor, jefe científico de CVM, "las buenas noticias es que cuando las especies son protegidas, se recuperan, aunque sea lentamente", aunque reclamó "más esfuerzos" para luchar "con la contaminación marina, la pesca insostenible, presiones sobre hábitats como los arrecifes de coral y por supuesto el aumento del CO2 en la atmósfera". Fuente: EFE Verde

13 de mayo de 2012

La erosión del suelo puede acelerar el cambio climático

El suelo contiene altas cantidades de carbono en forma de materia orgánica que proporciona nutrientes para el crecimiento de las plantes y mejora la fertilidad de la tierra, así como los movimientos de agua.

El calentamiento global podría ir a peor a medida que los métodos de la agricultura aceleran la erosión del suelo, que agota la cantidad de carbono que la tierra es capaz de almacenar, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP).

De acuerdo al Libro del Año 2012 de la UNEP, se calcula que un metro de tierra, de la más alta junto al suelo, almacena alrededor de 2.200 millones de toneladas de carbono, que es tres veces el nivel habitual de carbono en la atmósfera. "El carbono del suelo se pierde fácilmente por la dificultad para reconstruirse".
"Las cantidades almacenadas de carbono en la tierra son altamente vulnerables a la actividad humana. Estas han disminuido significativamente y a veces muy rápido en respuesta a los cambios en la tierra, así como por el uso que se le da a esta, como por ejemplo la deforestación, el desarrollo urbanístico como reflejo de una agricultura insostenible y otras prácticas forestales".

Tales actividades pueden romper el equilibrio de la materia orgánica del suelo. Cuando esto sucede, parte del carbón se convierte en dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que es uno de los principales contribuyentes al calentamiento global y su pérdida de suelo.

Cerca del 24 por ciento de la tierra global ha sufrido algunos declives en la salud y en la productividad en el último cuarto de siglo, debido al uso insostenible de la tierra, según la UNEP. Además, el 60% del carbón almacenado en la tierra y la vegetación se ha perdido, como resultado de los cambios en el uso de la tierra, como la limpieza de tierras para la agricultura y las ciudades desde el siglo XIX.

Asimismo, debido a la demanda global de alimentos, agua y energía que se prevé que aumente de forma dramática, la tierra se someterá a una creciente presión. En este sentido, el análisis insiste en que si no se hacen cambios en la forma en que la tierra es gestionada, más del 20 por ciento de los bosques, humedales, praderas y dehesas en los países desarrollados, se podría perder una parte vital de los servicios de los ecosistemas y de la biodiversidad para 2030.

6 de mayo de 2012

Vidrio infinito

Con un gesto tan sencillo como el de separar las botellas, tarros y frascos usados para depositarlos después en los iglúes, reducimos el consumo de energía, ahorramos materias primas y disminuimos los vertederos y la contaminación del aire. Todo ello, con un esfuerzo mínimo que fácilmente podemos convertir en hábito: acumular una pequeña cantidad de envases, y depositarlos en el iglú cuando se va de paso a trabajar, a comprar, etc.

Los contenedores de vidrio situados en las calles sirven para recoger únicamente los envases de vidrio (tarros, frascos y botellas) que todos consumimos. Hay otros materiales, como pueden ser la cerámica u otros tipos de vidrio (vasos, cristales de ventanas, etc.), que al tener una composición distinta a la del vidrio de los envases, deben ser depositados en los puntos limpios de los pueblos y ciudades.

De esta forma, y sin esfuerzo, contribuimos a preservar el medio ambiente para las generaciones futuras. Acercándose cada día más a los objetivos medioambientales del protocolo de Kyoto, el reciclado de vidrio aporta numerosos beneficios ambientales:
• Gracias al reciclado de casi 3 botellas de vidrio, conseguimos la energía necesaria para hacer funcionar un lavavajillas con capacidad para lavar la vajilla de 12 comensales.
foto• Con el reciclado de 3 botellas de vidrio podríamos lavar toda la ropa de una familia de 4 miembros durante un día entero.
• Gracias al ahorro de la energía que se consigue con el reciclado de 4 botellas de vidrio, lograríamos que un frigorífico funcionara un día completo.

En 2010, España ha aumentado su tasa de contenerización situándose en un contenedor por cada 274 habitantes, mejorando ampliamente la tasa europea de un contenedor por cada 500 habitantes.

La fabricación de nuevos envases de vidrio con materias primas necesita un mayor uso de energía que los fabricados con vidrio reciclado (calcín). De este modo se consigue un notable auge de ahorro de energía, y por otra parte, también se reduce la contaminación del aire, ya que la fabricación de nuevos envases con vidrio reciclado reduce las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero. Además el vidrio se puede reciclar al 100% y tantas veces como sea necesario. Sin embargo, si mezclamos el vidrio con el resto de los residuos, lo enviamos directamente al vertedero y contribuimos a la degradación de la naturaleza con la extracción de nuevas materias primas. 

La cadena de reciclaje
Para que se reciclen todos los envases de vidrio puestos en el mercado, debe completarse un circuito compuesto de siete etapas: ‘La cadena del reciclado del vidrio’. El consumidor responsable es la pieza clave en la cadena del reciclado de vidrio. Sin su colaboración, separando en origen y depositando los residuos de envases de vidrio en los contenedores correspondientes (iglúes), no se podría completarse esta cadena. Cuando los residuos de envases son recogidos, se transportan a la planta de tratamiento y acaban reciclándose al 100%: Todo el vidrio es aprovechable, sin perder ninguna de sus cualidades. 

El tratamiento de los residuos de envases de vidrio es un proceso mecánico, en el que no intervienen productos peligrosos. En la planta de tratamiento, los residuos se limpian de todo aquello que haya podido ser introducido en el iglú y que no sea propiamente vidrio. 

fotoA continuación, el vidrio es triturado hasta convertirse en calcín (vidrio seleccionado, limpio y molido). El calcín permite fabricar envases de vidrio exactamente iguales que los originales. Pero el vidrio reciclado exige una menor temperatura de fusión que las materias primas originales (arena, sosa y caliza) y, con ello, en el proceso de fabricación de nuevos envases se consume menos energía. Además, los envases de vidrio admiten esta operación tantas veces como sea necesario. 

fotoLas empresas que envasan o embotellan parte o la totalidad de sus productos en vidrio son las que financian el sistema de recogida selectiva de los residuos de envases de vidrio desarrollado por Ecovidrio. Estas empresas pagan una cantidad para que se recicle cada envase de vidrio que ponen en el mercado, de manera que cada uno de estos envases va identificado por un símbolo en la etiqueta denominado “punto verde”. 

En los establecimientos de venta al público, el comerciante pone a disposición de los consumidores los productos envasados en vidrio. Allí, el consumidor puede reconocer los envases de vidrio que han pagado para su posterior reciclado, identificando el punto verde en la etiqueta. Este logotipo asegura que el vidrio, si se deposita en el contenedor correspondiente, entra en un circuito de reciclaje y no contamina. De esta forma, se reduce la cantidad de basuras que va a parar al vertedero y se ahorran materias primas y energía.

Anualmente, los ciudadanos españoles consumimos millones de productos cuyos envases, por lo general, tiramos a la basura con el resto de los desechos. ¡Y se pueden reciclar! Es necesario que los ciudadanos españoles sean conscientes de los beneficios medioambientales del reciclado de vidrio. Los residuos de envases de vidrio no son basura, no son un desecho, sino una materia perfectamente reciclable. 

Ecovidrio es una asociación sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio depositados en los contenedores de toda España. Creada al amparo de la Ley de Envases, la asociación tiene como objetivo principal permitir que las empresas envasadoras cumplan la normativa medioambiental, mediante el reciclado de los residuos de envases de vidrio. Además, en su gestión diaria, busca el concierto y la colaboración de todos los agentes económicos y sociales.

Ecovidrio tiene como objetivo principal la colaboración con los diferentes agentes en el cumplimiento de la normativa medioambiental, reciclando los residuos de envases de vidrio:

foto• Envasadores: creando un sistema de recogida eficaz que les permita cumplir los objetivos de la Ley de Envases; y potenciando la adopción de medidas de prevención que reduzcan el peso y mejoren la calidad ambiental de los envases.
Administraciones Públicas: asegurándoles una correcta gestión y reciclado de los residuos de envases de vidrio generados en sus municipios.
• Ciudadanos: facilitándoles la infraestructura –contenedores- y la información necesaria para incentivar el reciclado.

Como asociación sin ánimo de lucro, Ecovidrio, que se financia a través de las aportaciones de las empresas envasadoras y la venta del residuo de vidrio, no reparte beneficios, sino que destina todos sus ingresos a la recogida selectiva de residuos de envases de vidrio y a colaborar activamente en la puesta en marcha de campañas de información y sensibilización ciudadana.

No hay límites al reciclado de vidrio. Se podría reciclar vidrio indefinidamente, sin necesidad de extraer nuevas materias primas

1 de mayo de 2012

La importancia de reciclar el vidrio

Por cada tonelada de vidrio reciclado se ahorran 130 kilos de combustible y 1.200 de materia prima. El vidrio es un material 100% reciclable que no pierde sus propiedades físicas ni disminuye su calidad en el proceso de reciclado. Esto permite soñar con a una tasa de residuos cero.

El mínimo exigido por la Unión Europea es un 60% de vidrio reciclado. España traspasó esa cifra en 2007, aunque países como Suecia, Suiza o Bélgica ya superan el 90%.

El sistema de gestión de residuos ECOVIDRIO puso en marcha el método del “punto verde”, por el cual los fabricantes de vidrio pagan una tasa que financia la recuperación de los envases. En España sólo existe una manera de reciclar el vidrio: se recuperan los envases y se trasladan a una planta de reciclado donde se procesan para convertirlo en “calcín”, el material del que se obtiene el vidrio reciclado. La temperatura de fundición del calcín es sensiblemente inferior a la de las arcillas originarias, con lo que se ahorran grandes cantidades de combustible y se evitan emisiones contaminantes a la atmósfera. En países como Alemania existe la posibilidad de reutilizar el envase sin necesidad de someterlo a un nuevo proceso de fabricación, sino sólo de lavado.

Los contenedores para la recuperación de vidrio comenzaron a instalarse en los centros urbanos españoles en los años ‘80. Hoy la mayoría del vidrio recuperado proviene de los llamados iglús o contenedores verdes. El incremento de la tasa de reciclado de vidrio entre 2003 y 2007 pasó de 10 kilos por habitante a casi 15. Esto indica que los ciudadanos han adquirido el hábito de reciclar vidrio como una actividad cotidiana, según el Ministerio de Medioambiente. Pero no reciclamos igual fuera del ámbito doméstico. Debemos extrapolar esa actitud al lugar de trabajo, la escuela, la calle, las universidades. Todavía queda mucho trabajo de concienciación y comunicación.

No sólo es importante reciclar, sino también prevenir la creación de residuos. Las empresas encuentran grandes limitaciones para establecer medidas de prevención, uno de los frentes en los que trabaja ECOVIDRIO. La sociedad condiciona la fabricación y comercialización de los productos en unos determinados envases en lugar de otros. Se prefieren envases de un solo uso y de menor tamaño frente a formatos más grandes y reutilizables.

La publicidad comercial ha sabido apropiarse del discurso ecologista de manera que los consumidores confunden el uso de productos denominados “verdes” con un comportamiento responsable en el consumo. Es mejor adquirir un estilo de vida sostenible, o lo que el profesor Carlos Taibo llamaría “una sencillez y austeridad voluntarias”. “No es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia”, según el dicho popular.

Hay sectores económicos como la hostelería que producen residuos de vidrio, pero no siempre se recuperan. Es difícil encontrar un local en el que conserven la costumbre de devolver al cliente parte del precio a cambio del casco de la bebida. Hace falta concienciar a los empresarios hosteleros de la importancia de recuperar no sólo los cascos de refrescos y cervezas, sino también separar las botellas de vino, agua, etc.

Daniel Goleman, autor del término “inteligencia emocional” traslada este concepto a la ecología en su obra “Inteligencia ecológica”. En ella otorga al ciudadano la responsabilidad de preservar el medio ambiente a través de acciones que implican un razonamiento lógico: decisiones responsables a la hora de elegir la procedencia de los productos que compra, el coste ecológico de su fabricación, transporte y envasado y la gestión de los residuos que se generan.

La mentalidad ecológica, que debe ser la mentalidad de los hombres y mujeres del siglo XXI, no es la de un autómata que sólo elige el color del contenedor al tirar la basura, sino la de un ser humano consciente y responsable que decide cómo y qué recursos consume.