13 de octubre de 2015

Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales

El tema del Día Internacional para la Reducción de Desastres del 2015 «Conocimiento para la Vida» forma parte de la iniciativa Step Up (Un paso hacia adelante) que comenzó en el 2011 y que cada año centra su atención en un grupo diferente.
 
El propósito del Día es aumentar el grado de sensibilización sobre el uso del conocimiento y las prácticas tradicionales, indígenas y locales, a fin de complementar el conocimiento científico en la gestión del riesgo de desastres y destacar diversos enfoques para hacer partícipes a las comunidades locales y los pueblos indígenas en la aplicación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres.
 
El aspecto central del Día Internacional para la Reducción de Desastres de este año es el conocimiento tradicional, indígena y local, el cual complementa a la ciencia moderna y contribuye a la resiliencia de las personas en un plano individual y de la sociedad en conjunto. Por ejemplo, el conocimiento de las señales de alerta temprana en la naturaleza puede ser vital para velar por que se tomen acciones tempranas para mitigar el impacto de los desastres, tanto de evolución rápida como lenta, tales como sequías, olas de calor, tormentas e inundaciones. En conjunto con el conocimiento científico existente, tales como los informes que elaboran los meteorólogos, el conocimiento local es vital para las labores de preparación y se puede transmitir de generación en generación.
 
Tengamos presente que el grado de devastación, en pérdida de vidas humanas y daños materiales, que causan las manifestaciones extremas de fenómenos naturales —como las inundaciones, sequías, ciclones, terremotos o erupciones volcánicas— resulta de la combinación entre las fuerzas de la naturaleza y la actividad humana.
 
El efecto que estos peligros naturales tienen sobre las poblaciones depende en gran medida de decisiones que tomamos, a nivel individual o colectivo, respecto a nuestras formas de vida y al medio ambiente: desde la planificación de nuestras ciudades y el cultivo de los alimentos, hasta la enseñanza que recibimos en las escuelas. Es más, la actividad humana también influye en la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos, por ejemplo, a través del calentamiento global.
 
La puesta en marcha de sistemas de prevención, alerta temprana, preparación y recuperación rápida disminuyen el riesgo y mitigan los efectos devastadores de las fuerzas de la naturaleza.
 
Por todo ello, la Asamblea General de la ONU decidió designar el 13 de octubre como Día Internacional para la Reducción de los Desastres (resolución 64/200 Documento PDF), con el propósito de concienciar a los gobiernos y a las personas para que tomen medidas encaminadas a minimizar estos riesgos.
 
Previamente, durante el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (1990-1999) y hasta 2009, el entonces denominado Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales se celebraba el segundo miércoles de octubre (resoluciones 44/236 Documento PDF y 56/195 Documento PDF).

10 de octubre de 2015

Rascacielos flotante limpia los oceanos del mundo

Hace algunos años pensar en un edificio que navegue los océanos y que además los limpie de toda contaminación era una utopía que probablemente solo podría existir en las películas de ciencia ficción. Hoy en día la realidad es otra, tal concepto, con todas sus implicaciones, existe y está a la espera de ser construido.
 
El rascacielos Seawer fue diseñado por Sung Jin Cho, un coreano que, preocupado por la gran cantidad de plástico que pone en peligro nuestros océanos, presentó este proyecto en ‘2014 eVolo Skyscraper Competition’, certamen que premia a las mejores propuestas de edificios a nivel mundial y donde el edificio flotante ganó una mención de honor.
 
Se trata de una estación hidroeléctrica100% auto sostenible. Para lograr esto el Seawer se diseñó para funcionar con energía proveniente del sol, del agua de mar y de los desechos plásticos que filtra al darle tratamiento al agua por la que navega.

Según su creador, “su principal tarea es trasladarse por el océano limpiando el agua de basura plástica a la vez que genera energía eléctrica limpia. La estructura del Seawer consta de 5 capas de filtros similares a las barbas de las ballenas, que separan el agua de las partículas plásticas”.

Luego de ser separados, los residuos serían conducidos a una planta de reciclaje a bordo, donde se transformarían en energía eléctrica mientras que el agua es conducida a un tanque de sedimentación para ser liberada de nuevo en el océano.

Millones de toneladas de basura al año son descargadas en los océanos, estas a su vez se trasladan hasta acumularse en determinadas áreas como la Gran Mancha de Basura del Pacífico. Conocida también como la ‘Sopa de Plástico’, este foco de contaminación marina posee dos veces el tamaño del estado de Texas, Estados Unidos, y contiene seis veces más plástico que biomas de plancton. Es también el motivo por el que Seawer fue diseñada en primer lugar.

La estructura cuenta con un gran hoyo de drenaje de 550 metros de diámetro y 300 metros de profundidad que sería localizada en el corazón de la ‘sopa de plástico’ para eliminarla. De darse la construcción de semejante proyecto, la humanidad estaría dando un importante paso en la recuperación de los océanos y del medio ambiente en general.