Un proyecto que ya trabaja para atenuar los efectos negativos en el Parque de Cabo de Gata y Sierra Nevada.
Almería posee varios ecosistemas que son claves en la regulación de la temperatura de su entorno. Cabo de Gata y Sierra Nevada están siendo negativamente afectados por el cambio climático y se espera que este aspecto aumente considerablemente en el futuro. De ahí que la Unión Europea, a través de su Comisión, se haya fijado en ellos para desarrollar una serie de proyectos que tienen como objetivo reducir el impacto. Pero la diferencia de esta iniciativa con la mayoría surgidas hasta el momento es que ya se está actuando sobre el campo para tratar de revertir la situación. En Cabo de Gata, por ejemplo, se están haciendo siembras de plantas autóctonas o tomando muestras del suelo para analizar su capacidad de absorción.
Este proyecto, denominado Life Adaptamed -que trabaja con ayuntamientos, asociaciones, población y trabajadores-, es gestionado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y cuenta con unos fondos de 5,5 millones de euros. Actúa sobre el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y el Espacio Natural de Sierra Nevada y Doñana. Tiene un carácter demostrativo y una de sus finalidades es proporcionar criterios, experiencias y herramientas en la protección de estos ecosistemas a otros gestores, propietarios y grupos de interés, tanto a nivel europeo como de otros enclaves de la cuenta mediterránea. También ostenta un marcado carácter piloto, ya que se implementarán algunas técnicas y métodos innovadores, como el empleo de teledetección y telemetría para el seguimiento y evaluación de las medidas de adaptación al cambio climático propuestas o la integración de la información generada en un Sistema de Información para el Seguimiento del Cambio Climático en Andalucía. En Almería, el principal objetivo es luchar contra la desertificación.
Cabo de Gata es, tal y como especifican los Amigos del Parque Natural, un escenario vital al dar cabida a las mejores muestras de ecosistemas áridos europeos, los azufaifares, unas plantas que, casi desconocidas, guardan una gran importancia en la lucha contra el cambio climático. Gracias al gran dosel vegetal que generan son muy activos en la mitigación del cambio climático en zonas áridas a través de la fijación del carbono en sus hojas. Además, ofrecen hábitat para numerosas especies animales, siendo de particular importancia los insectos que albergan y que pueden ser beneficiosos para la agricultura. De la misma forma, contribuyen al control de la desertificación al permitir el desarrollo de la vida bajo condiciones ambientales muy rigurosas y a las avenidas en ramblas. Además, los azufaifas regulan el ciclo ya que participan de las transferencias de agua desde el suelo hasta la atmósfera mediante la evaporación de agua a través de sus hojas.
Mantener estos matorrales y toda la biodiversidad asociada a ellos es uno de los objetivos del proyecto Life ADAPTAMED. Su principal peculiaridad reside en que, según explica Amigos del Parque Natural Cabo de Gata, debido a las largas raíces que poseen, son capaces de aprovechar las aguas subterráneas, un recurso sólo accesible a ellos. Es precisamente esta característica la que explica su carácter de plantas caducifolias que mantienen sus hojas turgentes desde la primavera hasta el otoño.