25 de febrero de 2018

Futuro preocupante para el sur de España

El sur de España se convertirá en un desierto si no se frena el cambio climático: "Habrá picos de hasta 50 grados".
 
Un estudio científico ha desvelado las consecuencias que provocaría los efectos del cambio climático en nuestro país. Los cultivos no podrán soportar olas de calor de tres meses, que alcanzarán temperaturas de 50 grados.
 
Con el cambio climático lo estamos haciendo mal y tarde. Un nuevo estudio sobre el calentamiento global asegura que en 2100 la temperatura subirá entre 2 y 4,9 grados. Nos quedaremos lejos de cumplir el objetivo del Acuerdo del clima de París, donde se acordó intentar limitar la subida entre 1,5 y 2 grados. "Y además, uno de los principales factores es que Estados Unidos se ha caído de ella, con lo cual es muy difícil que se cumplan esos objetivos", explica David Vieites, científico y director del departamento de Cambio Global CSIC.
 
Según estos datos, la vida en el planeta será muy dura a finales de siglo. "Vamos a poner a muchos cultivos y especies de muchas zonas en el límite de su capacidad de supervivencia", cuenta David Vieites. El cambio climático también nos traerá una consecuencia que ya estamos sufriendo, las olas de calor. "En el futuro van a ser más intensas, es decir, de mayor temperatura, de picos de 50 grados y más duraderas", recuerda Vieites.
 

Desde 1975, la duración de las olas de calor ha ido en aumento en España. En 2015 padecimos una ola de calor de 26 días de duración. Si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, en el año 2100 las olas de calor podrían durar hasta tres meses. Además, España es un país muy vulnerable a la desertificación. Un estudio publicado por la revista Science dice que si no cambia el nivel actual de emisiones, el Sahara avanzará hacia el norte, haciendo que un tercio de España sea desierto.
 
Estos datos tan desalentadores para nuestro país se podrían corregir. Pero de momento, los ecologistas no ven muchos avances. "Desde el Gobierno de España se sigue fomentando y apoyando el uso del carbón, el petróleo y el gas y se tiene completamente bloqueado el desarrollo de las energías renovables", recuerda Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
 
Apostar ya por las energías renovables, cuidar los bosques y reducir el consumo de agua podría cambiar una imagen de nuestros paisajes desiertos en un futuro por la de un paisaje rico en flora y fauna.                                                                                        Fuente: La Sexta

3 de febrero de 2018

3 de febrero. Día internacional sin pajita

El día 3 de febrero se celebra el Día Internacional sin Pajita. Su objetivo es sensibilizar al público sobre el problema de la contaminación plástica de este pequeño pero destructor invento.
 
De los ocho millones de toneladas de basura plástica que se tiran todos los años en los océanos, la pajita de plástico sólo supone un 4 por ciento del total.
 
Si nos aferramos a las estadísticas, las pajitas equivalen a una pequeña fracción de plástico marino, pero en cambio, su pequeño tamaño las convierte en uno de los contaminadores más destructores para la fauna marina.
 
Su acumulación en las riberas de los ríos, playas y zonas costeras hace que muchos animales las confundan con comida y al ser ingeridas perforan el estómago de numerosos animales marinos, y taponan sus vías respiratorias.
 
Para muestra, el degarrador vídeo de YouTube que se hizo viral en 2015, donde unos científicos sacan una pajilla incrustada en la nariz de una tortuga marina.
 
 

 
A partir de este vídeo con más de 17 millones de visualizaciones, se ha publicado un documental “Straw” (Pajita), con la participación del actor Tim Robbins, que está recibiendo varios premios en todo el mundo.
 
La pajita para beber ha existido desde hace miles de años, según los arqueólogos, sumerios y babilonios empleaban pajitas, no por moda o capricho, sino para degustar su densa cerveza sin tragarse la espuma. 
 
El problema ambiental se inició en los años 60, cuando se popularizó el uso del plástico de usar y tirar. Hoy las pajitas se utilizan a millones a diario en todo el mundo; y cómo no, también se descartan a millones.

¿Sabías qué?