Ayer, 1 de septiembre, entró en
vigor la normativa de eficiencia energética de la Unión Europea que
exige a los fabricantes de bombillas no distribuir más en el mercado lámparas
incandescentes de 60W. El objetivo es sustituir progresivamente las bombillas
incandescentes por sistemas de iluminación de bajo consumo, que ahorran
energía, son más duraderos y respetuosos con el medio ambiente.
En este sentido, como alternativa
a la iluminación convencional, Philips, compañía líder en alumbrado eficiente,
ha desarrollado soluciones de última generación para el hogar, que permiten
ahorrar hasta un 80% de energía, como es el caso de la bombilla LED MyAmbiance
12W.
Según encuesta realizada por
Philips con 1.300 consumidores, un 65% de los consultados sustituirá las
bombillas tradicionales por las de bajo consumo, un 21% las cambiará por LED, y
un 14% por halógenos. Además, y según dicha encuesta, un 74% cambiaría su
bombilla antigua para conseguir ahorro energético, y un 17% para reducir el
impacto medioambiental.