1 de junio de 2019

La civilización acelera la extinción

La civilización acelera la extinción de más de un millón de especies y altera el mundo a un ritmo ‘sin precedentes’

Los humanos están transformando los paisajes naturales de la Tierra de manera tan dramática que hasta un número tan grande como un millón de especies vegetales y animales están en peligro de extinción, lo que representa una amenaza grave a los ecosistemas de los que personas de todo el mundo dependen para su supervivencia, concluyó un nuevo estudio exhaustivo de las Naciones Unidas.

El informe de 1500 páginas, compilado por cientos de expertos internacionales y basado en miles de estudios científicos, es la mirada más detallada que existe al declive de la biodiversidad en todo el planeta y a los peligros que crea para la civilización humana. Un resumen de sus hallazgos, que fue aprobado por sus representantes de Estados Unidos y otros 131 países, se presentó este 6 de mayo en París. El informe completo se publicará en el transcurso de este año.

Las redes y cuerdas de pesca son un peligro frecuente para las tortugas golfinas, como esta encontrada en una playa en el estado Kerala, India, en enero. Un nuevo informe de las Naciones Unidas analiza en detalle el declive de la biodiversidad en todo el planeta.
Sus conclusiones son desoladoras. En la mayoría de los principales hábitats terrestres, desde las sabanas de África hasta las selvas de Sudamérica, la abundancia promedio de la vida vegetal y animal nativa ha decaído un 20 por ciento o más, principalmente durante el siglo pasado. Con una población mundial de más de siete mil millones de habitantes, las actividades como la agricultura, la tala, la caza ilegal, la pesca y la minería están alterando el mundo natural a un ritmo “sin precedentes en la historia de la humanidad”.

Al mismo tiempo, una nueva amenaza ha surgido según este análisis: el calentamiento global se ha convertido en uno de los principales impulsores del declive de la vida silvestre pues modifica o reduce los climas locales en los que muchos mamíferos, aves, insectos, peces y plantas evolucionaron para sobrevivir.

Como resultado, se proyecta que la pérdida de biodiversidad se acelerará hacia 2050, particularmente en los trópicos, a menos que los países aumenten drásticamente sus esfuerzos de conservación.

El informe no es el primero en pintar un retrato sombrío de los ecosistemas de la Tierra. Sin embargo, va más allá al detallar qué tan íntimamente el ser humano está entrelazado con el destino de otras especies.
Ganado en un tramo de la Amazonía ilegalmente talado en el estado de Pará, Brasil. En la mayoría de los principales hábitats terrestres, el promedio de abundancia de plantas nativas y vida animal ha caído en un 20 por ciento o más.
“Durante un largo tiempo, las personas solo pensaron sobre la biodiversidad como salvar la naturaleza por su propio bien”, dijo Robert Watson, miembro de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), que encabezó el análisis por solicitud de los gobiernos nacionales. “Pero este informe evidencia los vínculos entre la biodiversidad y la naturaleza y asuntos como la seguridad alimentaria y el agua limpia, tanto en países ricos como en los pobres”.