25 de febrero de 2015

Tejas solares de vidrio

Hablamos del sistema SolTech Energy para generar energía limpia y sostenible, tejas solares de vidrio. Una innovación sueca con la que se puede reducir los costos en calefacción. Un sistema único de calefacción con tejas fabricadas con vidrio transparente. Además visualmente son bonitas y le darán aspecto único a tu tejado.

La eficiencia se está convirtiendo gradualmente en un requisito de vital importancia para los hogares. Las personas cada vez recurren mas a alternativas más respetuosas con el medio ambiente. La calefacción solar por ejemplo, puede ser a la vez eficiente y elegante con estas tejas solares de vidrio. Esta combinación de tecnología y ecología es parte del cambio que necesitamos. Esta teja no necesitará un sol brillante para poder funcionar normalmente.

Su funcionamiento es bastante sencillo y fácil de entender. La base de las tejas es de nylon negro, el cual absorve el calor y lo transmite al aire que circula por debajo de las tejas, calentándolo. El aire se canaliza a un acumulador de calor y se utiliza para la calefacción o el agua caliente. Así que las tejas no calientan agua, sino aire limpio. El sistema genera alrededor de 350 kWh de calor por metro cuadrado, dependiendo del clima.

Estas tejas solares están fabricadas con vidrio y pesan lo mismo que las tejas de barro, así que no supone cargas adicionales a la estructura del edificio. El vidrio es fácil de producir y reciclar, la vida útil de este material es superior a la arcilla o el hormigón.

Se puede usar para cubrir espacios abiertos y cerrados, así puede cumplir una doble función de protección y captación de la radiación solar.

Estas tejas solares de vidrio se integran en la estructura de los edificios y proporcionan una estética moderna a cualquier edificio, lo que evitaría la instalación de los paneles solares convencionales mas intrusivos y menos estéticos. Se puede utilizar para sustituir cualquier techo, para cubrir o dar sombra a cualquier espacio abierto, para cubrir pistas deportivas o piscinas e incluso para cerrar terrazas o espacios abiertos en los jardines domésticos, restaurantes, clubes de golf, hoteles y cualquier otro espacio al aire libre.                                                                  Fuente: ecoinventos

Probándose en Andalucía:

15 de febrero de 2015

Papel ecológico que puede reutilizarse 260 veces

Un grupo de investigadores taiwaneses han creado un nuevo tipo de papel que según ellos resulta totalmente ecológico y que a diferencia de la tinta electrónica no utiliza tinta electrónica sino calor, de manera que el llamado i2R puede borrarse y reutilizarse para regocijo y salvación del medio ambiente

No hay muchos datos concretos de la cantidad de calor y durante cuanto tiempo lo necesita, pero lo que si han comentado es que su termopapel puede reutilizarse 260 veces y estaría disponible para venderse dentro de uno o dos años. 

El problema es que aunque suene muy bien el tener papel reutilizable que haga que no gastemos papel, está claro que si no se cuantifican las cosas puede que hablemos justo de lo contrario ya que para su producción y el material en sí puede que consuma muchos más recursos que la creación de papel normal. 

Además, a pesar de no usar electricidad puede que el calor necesario requiera bastante más energía que el que se usa para la tinta electrónica, a la par de ser más complicado administrarlo.
Como funciona:
 
Formado por un film plástico cubierto por un cristal líquido colestérico (sea lo que sea eso), el papel no necesita de iluminación trasera para ser impreso (esa lucecita que veis como sube y baja cuando os escaneais la cara o cualquier otra parte del cuerpo en la oficina) y puede tener diferentes colores. Una impresora modificada es capaz de revertir el proceso de escritura dejando de nuevo el papel libre de dibujos y caracteres. 

9 de febrero de 2015

Amenazantes islas de plástico


Un nuevo estudio sobre los océanos del mundo ha llegado a una conclusión sorprendente: por culpa de la actividad humana, en la actualidad hay más de 5.000 millones de piezas de plástico, con un peso de más de 250 mil toneladas, flotando en las aguas de todo el mundo. Con una población mundial de alrededor de 7.200 millones de personas, eso equivale a cerca de 700 piezas de plástico por persona. El estudio, publicado en la revista "Plos One"y realizado por Marcus Eriksen del Instituto Five Gyres de Los Ángeles y un grupo de colegas, se basa en datos de 24 expediciones oceánicas independientes, realizadas entre 2007 y 2013, para probar la contaminación por plástico. Ha llegado hasta nuestra redacción a través de Octagonal.

El plástico fue observado ya sea desde barcos, o sacado del océano por redes, en 1.571 localizaciones diferentes. Los datos se utilizaron para realizar un modelo oceánico que simulará la cantidad y distribución de los desechos de plástico.
El resultado no sólo produjo una estimación de más de 5 billones de piezas de plástico en los océanos del mundo, sino que también arrojó luz sobre cómo los residuos plásticos se transforman en el océano, fragmentándose en pedazos más pequeños y cómo acaban circulando por todo el mundo.
Los fragmentos, de entre 1 milímetro y 4,75 milímetros de tamaño, son, de lejos, los más frecuentes. Sin embargo, en lo referente al peso, las piezas grandes de plástico mayores de 200 milímetros de tamaño… resultaron las más significativas.

UNA CRECIENTE AMENAZA

1 de febrero de 2015

Vertedero invisible

El lanzamiento al mar de plásticos y otros desechos sintéticos sale a flote como un problema ambiental de escala mundial.

Cada año se vierten más de 6 millones de toneladas de basura a mares y océanos. El 80% de estos residuos procede de tierra firme y, en el caso del Mediterráneo, el 75% se arroja en verano. Combustibles, botellas, pañales, pilas, colillas... envenenan ecosistemas enteros, plagados ya de microplásticos que se cuelan en la cadena alimentaria de la fauna y la flora marinas, pudiendo llegar incluso a nuestra mesa. Organizaciones ecologistas y ciudadanos concienciados dan la voz de alarma.


Los mares y océanos se han convertido en la alfombra de la Tierra, bajo la cual se han barrido durante años los desperdicios, escondiéndolos así de las miradas críticas. “Tradicionalmente, el mar ha sido considerado como un gran medio de dilución, cuyo enorme volumen actuaba como un saco infinito que asimilaba todo lo que recibía, sin que se percibiese un efecto negativo en la calidad de sus aguas ni afecciones en su flora y fauna”, explica el biólogo Óscar Esparza, coordinador de Áreas Marinas Protegidas en WWF España. Sin embargo, en algunos casos, las corrientes oceánicas crean un efecto circular, como el de un desagüe, que ha ido acumulando esa basura flotante en alta mar, lejos del ojo humano pero con efectos devastadores.