¿Qué podemos hacer?

Las 3 erres (Reduce, Recicla, Reutiliza).

El modelo de desarrollo actual ha generado varios problemas relacionados con la forma en que el ser humano se comporta y consume los recursos del planeta. Los principales son:

* El cambio climático y el calentamiento global.
* Uso de la energía, lo que provoca contaminación y agotamiento de las reservas.
* Daños al Medio Ambiente y la Biodiversidad. La destrucción de bosques, la extinción de especies animales y vegetales y los vertidos contaminantes que afectan a ríos, embalses, aguas y cultivos ponen el Medio Ambiente en una situación muy frágil.
* Cultura de 'usar y tirar'. Cada vez consumimos más bienes y servicios, que agotan recursos limitados, generan CO2 y producen contaminación al ser desechados o quemados, generando enormes cantidades de residuos.

Irremediablemente, nuestros hábitos de consumo impactan de forma directa o indirecta en el planeta. Es responsabilidad de todos modificar, en la medida de nuestras posibilidades, algunos comportamientos en busca de un desarrollo sostenible que reduzca el impacto en nuestro entorno.

Tú puedes, por este orden:

1. Reducir el consumo es fundamental para que desciendan la generación de residuos y el consumo de energía.
2. Reutilizar los productos al máximo, incluso prestándolos o regalándolos cuando ya no los necesitemos, tantas veces como sea posible. Si cada producto es utilizado varias veces, no será necesario producir tanto.
3. Reciclar lo que ya no sirva. De esta manera, incorporamos los materiales de nuevo al ciclo productivo.
En nuestro consumo, es recomendable procurar un uso justo y apropiado de los recursos disponibles para satisfacer nuestras necesidades y mejorar la calidad de vida sin condicionar el futuro. 


Gestión de Residuos

El impacto ambiental del ser humano es enorme debido a su gran capacidad de modificar y alterar el entorno y consumir sus recursos. Así, generamos cada vez más residuos y más basura, tanto por los productos de los que nos deshacemos como por los embalajes de los nuevos que compramos.

Tú puedes

1. Separar en casa vidrio, papel y cartón, envases y basura orgánica y depositar cada tipo de residuo en su contenedor, lo que permite que se conviertan en materias primas para producir otros productos nuevos. El 65% de las basuras domésticas pueden ser recicladas y no es necesario que acaben en un vertedero.

PAPEL + CARTON -> Contenedores Azules
ENVASES + PLASTICOS -> Contenedores Amarillos
BASURA ORGANICA -> Contendores normales de basura
VIDRIO -> Contendores específicos de vidrio

 
2. Reciclar (en los Puntos Limpios o contenedores específicos) también otros residuos como electrodomésticos, equipos electrónicos, muebles, pilas y baterías, aceites usados, pintura, medicamentos?
3. Informarte sobre la disponibilidad de Puntos Limpios, fijos o móviles, en tu comunidad.
4. Reducir el uso de envases de plástico. Muy pocos son biodegradables o reutilizables y son caros de reciclar.
5. Preferir siempre un envase de vidrio a uno de metal y uno de papel o cartón a uno de plástico.
6. Optar por relojes, calculadoras o aparatos que no funcionen con pilas o que utilicen pilas recargables. Una buena opción son también aquellos que tienen una batería solar.
7. Reducir el consumo de papel utilizando las dos caras y reciclándolo después.
8. Utilizar servilletas, pañuelos, cubiertos vajillas tradicionales frente a los desechables de papel o plástico.
9. Reducir el papel de aluminio y de plástico para envolver los alimentos.
10. Cuando sea posible, comprar envases familiares en lugar de los individuales.
11. Si compras latas, asegúrate que permites su reciclado tirándolas al contenedor amarillo. Fabricar aluminio es uno de los procesos más costosos de la industria y es muy fácil recuperarlo como nueva materia prima.
12. Si tienes jardín, utiliza una caja de compost reutilizando los residuos orgánicos para abonar la tierra.


Consumo de agua

El impacto ambiental del ser humano es enorme debido a su gran capacidad de modificar y alterar el entorno y consumir sus recursos.
El agua es un recurso imprescindible para el desarrollo de la vida. Sin embargo, nuestros hábitos de consumo, el aumento y concentración de la población mundial, los condicionantes climáticos y la contaminación, la convierten en uno de los principales focos de preocupación medioambiental.
El objetivo ha de ser disminuir el gasto de agua, extraerla minimizando el deterioro de los ecosistemas y, sin agotarla, devolverla a las aguas naturales en condiciones aceptables para que el impacto sea mínimo.

Tú puedes
1. Ducharte mejor que bañarte. El baño gasta hasta 4 veces más agua y energía para calentarla.
2. Cerrar los grifos mientras te enjabonas, te afeitas o te lavas los dientes.
3. Cerrar un poco las llaves de paso generales.
4. Instalar cisternas de doble descarga para no vaciar el agua de la cisterna si no es necesario.
5. Instalar reductores de caudal en los grifos; pueden ahorrar hasta un 20% de agua.
6. Utilizar grifos mono-mando en lugar de los de ruleta.
7. Evitar los goteos. Pueden suponer fugas de cientos de litros al mes.
8. No descongelar alimentos poniéndolos bajo el grifo.
9. No dejar el grifo abierto mientras estás lavando los platos a mano e intentar utilizar siempre dos recipientes.
10. No vaciar la piscina, sino taparla hasta la siguiente temporada.
11. Utilizar el prelavado en la lavadora sólo cuando sea realmente necesario.
12. No usar el inodoro como papelera; gasta mucha agua innecesaria que hay que depurar posteriormente, consumiendo más energía.
13. Usar las estaciones de lavado del coche; son más eficientes ya que consumen unos 35 litros de agua frente a los 500 litros aproximados de un lavado manual.

14. Barrer el patio o jardín y no utilizar la manguera para limpiarlos.
15. Seleccionar especies de plantas autóctonas para tu terraza o jardín. Requieren menor cantidad de riego por estar adaptadas a las condiciones de la zona.
16. Establecer distintas zonas de riego; no todas las plantas necesitan el mismo nivel de agua.
17. Regar a última hora de la tarde. La pérdida de agua por evaporación es menor.
18. Regular los aspersores y goteos de riego e instalar sensores de lluvia para evitar el riego innecesario.


 Transportes

El desarrollo de nuestra sociedad ha llevado consigo un progresivo aumento de las necesidades de transporte y de movilidad de personas y mercancías, cada vez a mayores distancias y en menos tiempo.
El enorme impacto de los medios de transporte en el Medio Ambiente se debe a la energía necesaria para la construcción de las infraestructuras y su mantenimiento, pero también de los propios vehículos y, especialmente, a la energía no renovable (el petróleo se agota) necesaria para su circulación.

Tú puedes

1. Trasladarte a pie o en bicicleta. El impacto contra el Medio Ambiente es menor y son prácticas saludables.
2. Reducir el uso del coche privado. Reduce el consumo de combustible, de emisiones contaminantes y el nivel de ruido. Además ahorrarás dinero.
3. Plantear el compartir coche con los compañeros de trabajo y aprovechar al máximo cada desplazamiento, por ejemplo, comprando todo en un mismo lugar.
4. Usar el transporte público; tiene un consumo menor de energía por viajero y por kilómetro recorrido y menores emisiones de gases contaminantes.
5. Conducir de forma eficiente; de forma suave, sin acelerones y con los neumáticos con la presión correcta, se reducen las emisiones y el consumo hasta en un 15%.
6. Reducir la potencia y el tamaño de tu coche: a mayor cilindrada y tamaño se incrementan los gastos de uso, de consumo de carburante, y las emisiones de gases nocivos.
7. Al comprar un coche, puedes pensar en adquirir un vehículo de tecnología híbrida, que combina el combustible con la energía eléctrica.
8. Reducir la velocidad: a velocidades altas los consumos de combustible son mayores.
9. Reducir el uso de aire acondicionado en el coche y mantener las ventanillas cerradas: ahorra energía y, por tanto, combustible.


Consumo de energía

El impacto ambiental del ser humano es enorme debido a su gran capacidad de modificar y alterar el entorno y consumir sus recursos.

Así, demandamos cada vez más energía, que se obtiene en su mayoría de fuentes no renovables limitadas (en España, la media es del 80%). Su producción constituye una de las principales causas de alteración de nuestro Medio Ambiente y supone un porcentaje importante de las emisiones de CO2 que intervienen en el cambio climático. El ahorro de energía es posible y tarea de todos.

Tú puedes

1. Instalar en tu casa tecnologías renovables, como las placas solares, para calentar el agua o tener calefacción. España es uno de los países con mayor cantidad de horas de sol, por lo que la energía solar está en plena expansión.

Iluminación

2. Sustituir las bombillas incandescentes que sólo transforman en iluminación el 5% de la energía que consumen (el resto se pierde en forma de calor). En su lugar, utiliza bombillas de bajo consumo que tienen una vida hasta 8 veces superior y consumen un 75% de energía menos. No tires estas bombillas a la basura ya que deben ser recogidas en un punto limpio.
3. Iluminar tu casa por zonas en lugar de toda la casa de una vez, lo que además logra un ambiente más acogedor y ahorra dinero.
4. Instalar temporizadores y detectores de presencia que encienden la luces de cada zona sólo cuando es necesario.
5. Si quieres, puedes contratar energía verde. La mayoría de las compañías que ofrecen energía eléctrica te dan la posibilidad de elegir que las fuentes de producción sean energías alternativas limpias, aunque es algo más cara.

Instalaciones

6. Regular la temperatura del aire acondicionado y la calefacción a 20-22oC en invierno y 24-25oC en verano. Por cada grado de temperatura que se baja la calefacción o se sube el aire, se puede llegar a ahorrar hasta un 7% de energía.
7. No exigir mucho frío al aire acondicionado en el momento de ponerlo en marcha. No refrescará más rápidamente, sólo gastará más energía.
8. Instalar aire acondicionado sólo donde y cuando sea necesario. Un ventilador ahorra un 98% de energía.
9. Reducir la entrada de sol con toldos y persianas.
10. Utilizar suelo radiante en lugar de radiadores para la calefacción. La temperatura a la que se ha de calentar el agua es menor.
11. Instalar calderas de baja temperatura y calderas de condensación: son más caras al comprarlas pero al tener un rendimiento superior a las estándar, pueden llegar a alcanzar ahorros de energía del 25%.
12. Sustituir sistemas independientes por calefacción central con regulación individual. El rendimiento de una caldera grande es mayor y por tanto su consumo de energía menor, el coste de una única instalación es inferior a la suma de las individuales para cada vivienda, y se accede a tarifas más económicas para los combustibles.
13. El mismo razonamiento es aplicable al caso del agua caliente sanitaria.
14. Intentar evitar los radiadores eléctricos. Son menos eficientes y resultan más caros en su uso. 15. Instalar termostatos y reguladores programables, ya que pueden ahorrar hasta un 13% de energía.
16. Quitar la calefacción o el aire acondicionado cuando salimos de casa.
17. Apagar la calefacción por la noche, ya que además de ahorrar energía ganarás en salud.
18. Purgar los radiadores ya que el aire impide una buena difusión del calor y se consume más energía.
19. Aislar los espacios. Las ventanas de doble cristal reducen a la mitad las fugas de energía; las pérdidas de calor pueden suponer un 25% del total del consumo doméstico.

Electrodomésticos

20. Comprar electrodomésticos eficientes, usando la etiqueta energética: los aparatos de clase A pueden llegar a consumir tres veces menos energía que los de clase C.
21. Usar racionalmente el frigorífico: no meter alimentos calientes, dejando que primero se enfríen fuera y, del mismo modo, descongelar alimentos dentro de la nevera aprovechándolos como fuente adicional de frío.
22. No colocar el frigorífico cerca de fuentes de calor.
23. Comprar el frigorífico de dimensiones adecuadas a las necesidades reales del hogar.
24. Usar lavadoras, secadoras y lavavajillas sólo cuando están llenos.
25. Al poner la lavadora, usar el programa de lavado en frío. Gran parte de la energía que consumen las lavadoras es para calentar el agua.
26. Apagar los aparatos después de usarlos en casa y en la oficina. El modo stand by sigue consumiendo energía.
27. Activar el apagado automático en los ordenadores y/o colocar salvapantallas negros para reducir el consumo energético.
28. Desenchufar los cargadores si no están siendo utilizados (teléfonos, cámaras?); consumen energía aunque no estén conectados al aparato.

Consumo de alimentos

El impacto ambiental del ser humano es enorme debido a su gran capacidad de modificar y alterar el entorno y consumir sus recursos.

Los alimentos son productos directamente vinculados con el Medio Ambiente pues los modelos actuales de agricultura y ganadería repercuten directamente en la naturaleza. Sin embargo, existen alternativas sostenibles basadas en el respeto al Medio Ambiente y la utilización óptima de los recursos.

Tú puedes

1. Consumir productos de temporada. Son más naturales y más económicos.
2. Consumir alimentos locales, que se recogen y compran más cerca de donde se van a consumir y necesitan menos embalaje y transporte.
3. Elegir productos de agricultura integrada o ecológica porque están protegidos por una normativa de calidad y control y fomentan el desarrollo rural sostenible.
4. Escoger productos ecológicos certificados.
5. No pedir ni fomentar el consumo de peces de talla inferior a la permitida por la ley. Apréndete las tallas del boquerón, la merluza, el salmonete o la sardina y exígelas en tu pescadería o restaurante habitual.
6. No consumir atún rojo del Mediterráneo en tu pescadería o restaurante habitual, puesto que está en peligro de extinción.

PILAS Y MEDIO AMBIENTE

Los principales problemas para el medio ambiente derivados del consumo de pilas pueden resumirse en:

- Deterioro producido por la toxicidad de sus componentes.
- Agotamiento progresivo de las materias primas utilizadas en su fabricación.
-Peligro potencial de los componentes de las pilas.

Todas las pilas contienen cierta cantidad de metales pesados como cadmio, mercurio, plomo... sustancias nocivas que representan un peligro potencial para la salud y el medio ambiente. De forma resumida, los efectos de estos metales son:

Cadmio: los efectos tóxicos de este metal a bajas concentraciones se comprobaron hace quince años. El organismo humano puede asimilar el 6% de la dosis que absorbe, el resto puede acumularse en los riñones a lo largo de toda la vida, lo que puede producirles lesiones graves e irreversibles. También produce hipertensión arterial, con riesgo de infarto de miocardio y arterioesclerosis.

Mercurio: es el metal pesado contaminante más extendido en todo el planeta. Transformado por ciertas bacterias y en condiciones favorables, se convierte en un elemento muy tóxico. En caso de intoxicación producida por mercurio, los síntomas son: fatiga, anorexia o adelgazamiento, dolores gastrointestinales y, también, trastornos visuales y temblores. A la larga, el enfermo presenta trastornos psíquicos: estado de excitación, pérdida de memoria, insomnio persistente y depresión, e incluso, desordenes mentales, coma y después la muerte.

Plomo: Las pilas contienen una pequeña proporción de plomo. La intoxicación recibida por el plomo se denomina saturnismo, que provoca: fatiga, dolores de cabeza, musculares y de estómago, anorexia, estreñimiento y, en su fase más crítica, "cólico del plomo", es decir, calambres adominales intensos, acompañados de naúseas, vómitos y presión arterial elevada.

En contacto con el agua el mercurio de las pilas forma una substancia llamada metil-mercurio, un compuesto muy tóxico que se encuentra y concentra en las cadenas alimenticias y provoca en el hombre, como hemos visto; graves desórdenes del sistema nervioso.

Las pilas alcalinas aunque indiquen un 0% de mercurio, contienen un 0,5% de esta substancia, además de otros productos menos contaminantes.

Las pilas botón contienen hasta un 30% de mercurio. En España se venden unos 10 millones de pilas botón al año, y sólo en la comunidad de Madrid se tiran más de 250.000 pilas botón a la basura.

Por tanto, es conveniente que se reciclen las pilas. Pero en España aún no existe una planta de reciclaje de pilas, y su almacenamiento presenta serios riesgos. La secretaría de Estado de Medio Ambiente coordina la recogida de pilas botón de todo el Estado a través de comercios y contenedores callejeros, pero sólo hay un centro de almacenaje en San Fernando de Henares (Madrid).

El resto de las pilas recorre diversos caminos: la incineradora, que libera a la atmósfera parte de los venenos que contienen las pilas; o la otra posibilidad, el vertedero.

La alternativa más lógica son las pilas recargables son contaminantes, pero pueden ser utilizadas hasta 500 veces, lo que las convierte en las más convenientes. Las pilas secas se zinc-carbon también son una alternativa adecuada.

La elección más ecológica sería no adquirir aparatos que funcionen con pilas: de hecho, este tipo de aparatos, son mucho más derrochadores que los de enchufe.

La más inteligente depositar las pilas usadas en los lugares destinados a su recogida y exigir a los organismos competentes que se reciclen.