
Hoy quiero compartir algunas
claves para estar a gusto en tu casa en invierno sin dañar el medio ambiente.
Con unos sencillos consejos podemos subir la temperatura de nuestro hogar sin
calentar (más) el planeta.
1. Si quieres aprovechar al
máximo el calor del sol, incluso en los climas más fríos, usa más a menudo las
habitaciones más soleadas de la casa durante el invierno.
2. Cuando llegue el momento de
volver a pintar la casa por fuera, elige un color oscuro, para absorber más
calor.
3. Revisa cada año el calentador
y los fogones, tanto por seguridad como para que funcionen con la máxima
eficacia. Si ya no basta con las revisiones, y tienes que comprarte un
calentador nuevo, invierte en un modelo de condensanción de gas, que puede
llegar a consumir un treinta por ciento menos de energía que su predecesor.
4. Si tu calentador eléctrico aún
no tiene una buena chaqueta, pónsela. Así entrará más calor en la ducha y se
escapará menos por la galería.
5. Si tu calefacción es a base de
radiadores, asegúrate de no calentar las paredes, sino las habitaciones,
aplicando por detrás un material reflectante como el papel de aluminio. Otra
posibilidad es poner una estantería unos cuantos centímetros por encima del
radiador para orientar el calor hacia la habitación, evitando que suba por la
pared. Además, purga de vez en cuando los radiadores para eliminar el aire y
asegurarte de que funcionen con la máxima eficacia.
6. Es absurdo tener encendida la
calefacción cuando no hay nadie en casa, o cuando duerme todo el mundo.
Programa el temporizador para que solo se ponga en marcha cuando estás
despierto y en casa. Si no tienes temporizador, instala uno porque la inversión
verás cómo se recupera en semanas. Si tu casa está razonablemente bien aislada,
deberías poder apagar la calefacción media hora antes de irte a la cama sin
notar ninguna bajada de temperaturas antes de meterte bajo las mantas. Verás
cómo la factura bajará un 5%.
7. En climas fríos, hasta la
mitad del calor que se usa en las casas se pierde a través de las paredes
exteriores. Si tienes cámara de aire, puedes mantener la casa caliente
inyectando material aislante en los huecos por un pequeño agujero en cada
pared. Las paredes macizas se pueden aislar aplicando una capa de
revestimiento. Eso sí, a la hora de aislar paredes, procura usar un material
aislante reciclado o que no sea dañino para el medio ambiente, por ejemplo a
base de periódicos reciclados, lana de oveja o fibra de celulosa.
8. Asegúrate de que no se enfríe
el agua dentro de las cañerías (sobre todo en los trayectos largos por zonas
frías como el garaje) envolviendo con material aislante todas las partes que
queden expuestas.
9. Gran parte del calor de un
edificio se puede perder por las ventanas. Este derroche se puede reducir al
mínimo instalando dobles cristales, preferiblemente de baja emisividad, que
reducen aún más la pérdida de calor. Si te resulta demasiado caro, aplica una
película aislante a cada cristal y pagarás mucho menos por un resultado
parecido.

10. A parte de crear un
ambiente acogedor, las cortinas y los estores pueden ser tan eficaces como el
doble o triple cristal para mantener el calor en casa, sobre todo si tienen un
revestimiento térmico bien grueso. Para mantener calientes las habitaciones en
invierno, cierra las cortinas y las persianas justo antes del anochecer, y
ábrelas por la mañana para que de día entre el calor.
11. Una de las modas más obtusas
de los últimos años, la calefacción de gas para exteriores, derrocha energía y
genera muchísima contaminación. Si tienes jardín y quieres disfrutarlo en
invierno, abrígate con alguna otra prenda o usa un brasero de leña.