25 de noviembre de 2011

Llega el frío: calienta tu casa, ¡no el planeta!

Hoy quiero compartir algunas claves para estar a gusto en tu casa en invierno sin dañar el medio ambiente. Con unos sencillos consejos podemos subir la temperatura de nuestro hogar sin calentar (más) el planeta.

1. Si quieres aprovechar al máximo el calor del sol, incluso en los climas más fríos, usa más a menudo las habitaciones más soleadas de la casa durante el invierno.

2. Cuando llegue el momento de volver a pintar la casa por fuera, elige un color oscuro, para absorber más calor.

3. Revisa cada año el calentador y los fogones, tanto por seguridad como para que funcionen con la máxima eficacia. Si ya no basta con las revisiones, y tienes que comprarte un calentador nuevo, invierte en un modelo de condensanción de gas, que puede llegar a consumir un treinta por ciento menos de energía que su predecesor.

4. Si tu calentador eléctrico aún no tiene una buena chaqueta, pónsela. Así entrará más calor en la ducha y se escapará menos por la galería.
5. Si tu calefacción es a base de radiadores, asegúrate de no calentar las paredes, sino las habitaciones, aplicando por detrás un material reflectante como el papel de aluminio. Otra posibilidad es poner una estantería unos cuantos centímetros por encima del radiador para orientar el calor hacia la habitación, evitando que suba por la pared. Además, purga de vez en cuando los radiadores para eliminar el aire y asegurarte de que funcionen con la máxima eficacia.

6. Es absurdo tener encendida la calefacción cuando no hay nadie en casa, o cuando duerme todo el mundo. Programa el temporizador para que solo se ponga en marcha cuando estás despierto y en casa. Si no tienes temporizador, instala uno porque la inversión verás cómo se recupera en semanas. Si tu casa está razonablemente bien aislada, deberías poder apagar la calefacción media hora antes de irte a la cama sin notar ninguna bajada de temperaturas antes de meterte bajo las mantas. Verás cómo la factura bajará un 5%.

7. En climas fríos, hasta la mitad del calor que se usa en las casas se pierde a través de las paredes exteriores. Si tienes cámara de aire, puedes mantener la casa caliente inyectando material aislante en los huecos por un pequeño agujero en cada pared. Las paredes macizas se pueden aislar aplicando una capa de revestimiento. Eso sí, a la hora de aislar paredes, procura usar un material aislante reciclado o que no sea dañino para el medio ambiente, por ejemplo a base de periódicos reciclados, lana de oveja o fibra de celulosa.
8. Asegúrate de que no se enfríe el agua dentro de las cañerías (sobre todo en los trayectos largos por zonas frías como el garaje) envolviendo con material aislante todas las partes que queden expuestas.

9. Gran parte del calor de un edificio se puede perder por las ventanas. Este derroche se puede reducir al mínimo instalando dobles cristales, preferiblemente de baja emisividad, que reducen aún más la pérdida de calor. Si te resulta demasiado caro, aplica una película aislante a cada cristal y pagarás mucho menos por un resultado parecido.

10. A parte de crear un ambiente acogedor, las cortinas y los estores pueden ser tan eficaces como el doble o triple cristal para mantener el calor en casa, sobre todo si tienen un revestimiento térmico bien grueso. Para mantener calientes las habitaciones en invierno, cierra las cortinas y las persianas justo antes del anochecer, y ábrelas por la mañana para que de día entre el calor.

11. Una de las modas más obtusas de los últimos años, la calefacción de gas para exteriores, derrocha energía y genera muchísima contaminación. Si tienes jardín y quieres disfrutarlo en invierno, abrígate con alguna otra prenda o usa un brasero de leña.

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