Un incremento de 1,5ºC en la temperatura del planeta respecto a la era preindustrial, objetivo contra el cambio climático recogido en el Acuerdo de París, supondría cambios en los ecosistemas mediterráneos nunca vistos en los últimos 10.000 años, con consecuencias como el sur de España convertido en desierto.
El Acuerdo de París, que entrará en vigor el próximo 4 de noviembre, incluye entre sus objetivos «mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático».
En el caso de que eso no se cumpla, la cuenca mediterránea experimentará cambios inauditos en los últimos 10.000 años, esto es, en el Holoceno. Así lo aseguran los investigadores Joel Guiot y Wolfgang Cramer, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. «El Acuerdo de París dice que es necesario limitar el calentamiento global a dos grados centígrados o, si es posible, a 1,5 grados. Eso no parece mucho, pero queríamos ver lo que supondría en una región sensible como el Mediterráneo», explica Guiot.
Distintos escenarios climáticos
El estudio, publicado en la revista Nature, indica que a algunas regiones de la Tierra les afecta más el calor que a otras a medida que aumentan las temperaturas globales y que el incremento térmico en la cuenca mediterránea es de 1,3ºC respecto del periodo entre 1880 y 1920, por 0,85ºC más en todo el mundo en comparación con esa época.
Los investigadores consideran «crítico» ese aumento adicional teniendo en cuenta que los ecosistemas de la cuenca mediterránea son un área importante para la biodiversidad del mundo y suministran numerosos servicios a las personas, entre ellos agua limpia, protección contra las inundaciones, almacenamiento de carbono y actividades recreativas.
Guiot y Cramer utilizaron núcleos de polen en sedimentos, que ofrecen detalles sobre el clima mediterráneo y la variabilidad de sus ecosistemas en los últimos 10.000 años, y emplearon sus datos en modelos como base para prever los futuros escenarios climáticos y de vegetación en función de diferentes aumentos de temperatura.
Tanto en el escenario «bussiness as usual» (es decir, si continúan las tendencias actuales y no se aplican medidas de mitigación contra el cambio climático) como en el de los objetivos nacionales de reducción de emisiones propuestos por los países en la Cumbre del Clima de París del año pasado, los cambios ecológicos en el Mediterráneo serán muy superiores a los producidos durante el Holoceno, según los investigadores.
En el primer escenario, todo el sur de España se convertiría en desierto, los bosques de hoja caduca invadirían la mayor parte de las montañas y los arbustos reemplazarían a la mayor parte de la masa arbórea caducifolia en amplias áreas de la cuenca mediterránea. Si la temperatura global no supera el umbral de 1,5ºC respecto a la era preindustrial, los ecosistemas mediterráneos permanecerían dentro de los límites experimentados en los últimos 10.000 años.
En su estudio, Guiot y Cramer no tuvieron en cuenta otros impactos humanos sobre los ecosistemas, como el cambio del uso del suelo, la urbanización y la degradación del suelo, que son más propensos a aumentar en el futuro debido a la expansión de la población humana y a la actividad económica.
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