El uso de aceites industriales genera un residuo peligroso del que pueden derivarse graves daños medioambientales si su gestión es inadecuada. Su eliminación por incineración incontrolada o vertido provoca graves problemas de contaminación en el aire, el agua y el suelo. El aceite usado es peligroso debido a:

Su baja biodegradabilidad
Su acumulación en seres vivos
La emisión de gases peligrosos
Su degradación química
Estos son varios ejemplos de la capacidad de contaminación que posee el aceite lubricante usado:


SIGAUS evita cada año la contaminación de cerca de 200.000 toneladas de aceite usado procedentes de talleres de automoción e instalaciones industriales. Alrededor del 70% de estos aceites usados son tratados para convertirlos en nuevas bases lubricantes, el 30% restante es aprovechado como combustible industrial o reciclado para producir nuevos productos.

Una vez retirado de los puntos de generación, donde debe haber sido almacenado y etiquetado conforme a la normativa vigente, es enviado a centros de almacenamiento temporal o centros de transferencia en los que se realizan los análisis necesarios para determinar su composición, la posible contaminación con otras sustancias y su óptimo destino final.
Tras el estudio, el aceite usado se traslada a los distintos tipos de instalaciones o plantas de tratamiento, dependiendo de su posible destino final. SIGAUS responde así a las necesidades ecológicas y a la normativa que, a estos efectos, establece un orden de prioridades para la gestión de aceites usados a través de los distintos procesos:

Reciclado. Aunque actualmente supone un destino minoritario, el aceite usado también se puede someter a un reciclado material, siendo válido para producir otros materiales como betún asfáltico que luego se usa para telas impermeabilizantes o en el asfaltado de carreteras, pinturas, tintas, fertilizantes o arcillas expandidas.
Valorización energética. Cuando el aceite no puede ser regenerado o reciclado se somete a procesos mediante los que se posibilita su posterior utilización como combustible alternativo, ahorrando otros combustibles tradicionales, ya sea en centrales térmicas de generación eléctrica, en cementeras, equipos marinos o en otros procesos industriales.
Gracias a estos procesos de gestión, el ahorro de materias primas y energía es considerable, teniendo en cuenta que se estima que con 3 litros de aceite usado destinado a regeneración se obtienen 2 litros de aceite nuevo, mientras que para la misma cantidad de aceite a partir del petróleo se requerirían 130 litros de crudo, con la consiguiente disminución de importaciones petrolíferas.
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