El uso de aceites industriales genera un residuo peligroso del que pueden derivarse graves daños medioambientales si su gestión es inadecuada. Su eliminación por incineración incontrolada o vertido provoca graves problemas de contaminación en el aire, el agua y el suelo. El aceite usado es peligroso debido a:
Su baja biodegradabilidad
Su acumulación en seres vivos
La emisión de gases peligrosos
Su degradación química
Estos son varios ejemplos de la capacidad de contaminación que posee el aceite lubricante usado:
Los fabricantes e importadores de aceites industriales adheridos a SIGAUS se comprometen a la correcta gestión de los aceites usados, lo que permitirá minimizar el impacto que estos residuos pueden provocar en el medio ambiente.
SIGAUS es un sistema integrado de gestión de aceites usados, representado y gestionado por la entidad sin ánimo de lucro “SISTEMA INTEGRADO DE GESTIÓN DE ACEITES USADOS, SL”, de conformidad con lo dispuesto en el Real Decreto 679/2006, de 2 de junio, por el que se regula la gestión de los aceites industriales usados.
SIGAUS evita cada año la contaminación de cerca de 200.000 toneladas de aceite usado procedentes de talleres de automoción e instalaciones industriales. Alrededor del 70% de estos aceites usados son tratados para convertirlos en nuevas bases lubricantes, el 30% restante es aprovechado como combustible industrial o reciclado para producir nuevos productos.
Dar un nuevo uso a estos residuos que minimice su peligrosidad es una responsabilidad de SIGAUS para con la sociedad y el medio ambiente. A través de su gestión, el Sistema no sólo evita la contaminación, sino que además otorga un nuevo valor al aceite usado a través de un proceso que permite solucionar su naturaleza contaminante.
Una vez retirado de los puntos de generación, donde debe haber sido almacenado y etiquetado conforme a la normativa vigente, es enviado a centros de almacenamiento temporal o centros de transferencia en los que se realizan los análisis necesarios para determinar su composición, la posible contaminación con otras sustancias y su óptimo destino final.
Tras el estudio, el aceite usado se traslada a los distintos tipos de instalaciones o plantas de tratamiento, dependiendo de su posible destino final. SIGAUS responde así a las necesidades ecológicas y a la normativa que, a estos efectos, establece un orden de prioridades para la gestión de aceites usados a través de los distintos procesos:
Regeneración. Es la opción que la Ley marca como prioritaria. Se realiza en plantas específicas de regeneración de aceite industrial usado —actualmente hay 5 operativas en España—. El proceso consiste en eliminar el agua, aditivos, metales pesados y otros sedimentos del residuo, para obtener una base lubricante válida para su reformulación en nuevo aceite lubricante, lo que contribuye a un notable ahorro de materias primas en la producción de nuevos aceites.
Reciclado. Aunque actualmente supone un destino minoritario, el aceite usado también se puede someter a un reciclado material, siendo válido para producir otros materiales como betún asfáltico que luego se usa para telas impermeabilizantes o en el asfaltado de carreteras, pinturas, tintas, fertilizantes o arcillas expandidas.
Valorización energética. Cuando el aceite no puede ser regenerado o reciclado se somete a procesos mediante los que se posibilita su posterior utilización como combustible alternativo, ahorrando otros combustibles tradicionales, ya sea en centrales térmicas de generación eléctrica, en cementeras, equipos marinos o en otros procesos industriales.
Gracias a estos procesos de gestión, el ahorro de materias primas y energía es considerable, teniendo en cuenta que se estima que con 3 litros de aceite usado destinado a regeneración se obtienen 2 litros de aceite nuevo, mientras que para la misma cantidad de aceite a partir del petróleo se requerirían 130 litros de crudo, con la consiguiente disminución de importaciones petrolíferas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario