Actualmente es indiscutible que el Cambio Climático se trata del fenómeno con mayores consecuencias en los próximos 20 años. Los desastres naturales extremos son su manifestación más clara, con impactos en el agua y en la producción agrícola y pecuaria, tanto en su sanidad como en su inocuidad.
“La seguridad e inocuidad del agua y de los alimentos están vinculadas; no podemos tener suficiente suministro de alimentos si no hay suficiente agua”, manifestó Lee Ann Jaykus, Profesora de la Universidad de Carolina del Norte y Presidenta de la Asociación Internacional para la Protección de los Alimentos.
Los cambios en el agua impactan la vida humana y la de los animales, afectando la producción de cultivos y de alimentos. Enfermedades que se creía controladas, como el cólera, empiezan a resurgir producto de la contaminación y escasez de la misma. “La temperatura del agua, dos grados más cálida de lo usual, permite que se pueda establecer esta bacteria en lugares nunca antes afectados, lo que demuestra que la proliferación de plagas y enfermedades también depende de factores ambientales”.
Se señaló la urgencia del uso de tecnologías de mejor desempeño, que permitan reducir la contaminación por desechos animales y mejorar la eliminación de residuos, debiendo avanzar hacia el trabajo con grupos de pequeños agricultores donde se dificulta la aplicación de medidas de punta y, en consecuencia, se torna esencial que se aprenda a identificar y erradicar plagas con métodos caseros.
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