17 de octubre de 2011

Animales que colaboran en la limpieza de la Tierra

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es un buitre muy distinto a las aves de presa parecidas. Se trata de una especie amenazada en amplias zonas de su distribución, y en el continente europeo es un animal en grave peligro de extinción que ha desaparecido de varias regiones donde antes era abundante.

¿A que se debe su singular nombre? Recibe su nombre por la costumbre de remontar huesos y caparazones hasta grandes alturas para después soltarlos y una vez que estos se estrellan contra rocas pueden comer su médula interior y no sólo eso, sino el mismo hueso.

La envergadura media de esta especie es de 2,5 m, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar los 2,8 m. Su peso puede variar entre 4,5 y 7 kg. Son características de esta especie las alas largas y estrechas, la cola larga en forma de rombo y el hecho de tener la cabeza recubierta de plumas, al contrario que el resto de buitres. Esto se debe a que el quebrantahuesos no introduce la cabeza y cuello en los cuerpos de animales muertos, sino que es una especie osteófaga (de hecho, es la única ave que se alimenta casi exclusivamente de huesos): cuando los mamíferos carnívoros, cuervos y otras especies de buitres han hecho desaparecer las partes blandas, los quebrantahuesos acuden para alimentarse de los huesos.

Cuando estos son demasiado grandes para poder tragarlos los agarra con sus patas y los deja caer en zonas rocosas para partirlos en fragmentos más pequeños que pueda ingerir. Esta práctica no es para comer el tuétano, como mucha gente cree, el quebrantahuesos ingiere el hueso entero, pudiendo tragar trozos de hasta 20 cm de longitud. Se estima que un 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos de ungulados domésticos y salvajes. El resto lo componen pellejos y restos de carne, y alguna que otra tortuga muerta, previo despeñamiento de su caparazón. Se alimenta de huesos y otros restos de animales muertos.

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